Con el fin de año a la vuelta de la esquina, en Asia Gardens Hotel & Thai Spa hemos decorado algunos de nuestros rincones asiáticos más emblemáticos y mágicos con pequeños y tintineantes deseos, hablamos de los Fuurin.
Los Fuurin provienen originalmente de China, donde se llaman “Fuutaku” o campanillas de la fortuna, sin embargo, su éxito se extendió por Japón cuando unos monjes budistas volvieron con este objeto del país vecino.
Ellos colgaron estos ornamentos en las esquinas de los templos para ahuyentar el mal y llamar a la tranquilidad.
Pronto se divulgó el rumor de que en los lugares donde se escuchaba el tintineo de los fuurin, no ocurrían desastres.
En Japón se le llamó “Fuurin”, literalmente campanilla de viento o campanilla que evoca el viento. Se usa como elemento decorativo en las casas, normalmente al lado de las ventanas y puertas, donde los pueda agitar la corriente. Aunque lo normal es verlo en los jardines para que el viento las haga tintinear.
En la cultura japonesa gozan de mucha popularidad y se han convertido en un auténtico rito para el comienzo del verano, dónde la gente escribe sus deseos en la parte de papel del fuurin, para que el viento se lleve sus palabras y se cumplan sus deseos.
El fuurin se compone de una campanilla de forma redondeada que puede ser de distintos materiales cristal, cerámica, o metal. De la campana sale una cuerda que va unida a un papel, que al ser agitado por el viento mueve un pequeño péndulo que es el que hace tintinear el fuurin.
En el papel que cuelga del fuurin se suelen escribir deseos o frases de buena fortuna.
La función de estas campanillas es enfatizar la sensación de la brisa que refresca el ambiente. A los japoneses las gusta mucho maximizar las experiencias sensitivas, es algo que forma parte de su cultura.
Si quieres empezar el año con buena fortuna y con tintineos llenos de deseos positivos, en Asia Gardens Hotel & Thai Spa le proponemos venir a pasar con nosotros fin de año y colgar un fuurin con buenos propósitos para 2014.